Mamá
Aquel inicio fue, como cualquier inicio.
Lleno de entusiasmo y miedo, de ganas y mucha voluntad.
En el camino encontré piedras y toboganes, empujones y manos que me ayudaron a levantarme. Palabras de rechazo y palabras de aliento.
Tú nunca dejaste que me desanimara, que me apartara de mis sueños y metas.
Cuando creía no poder más, allí estabas tú.
Esa mirada tranquila y sonrisa tierna, abrazo eterno y beso dulce que me llenaba de amor infinito.
Ahora que no estás, cierro los ojos e imagino tus labios susurrando estas palabras:
"Siempre estarás delante de aquellos que no lo intentan"