martes, 23 de enero de 2018

Esferas Negras (Relato Corto)

Esferas Negras_Patricia Nevado

Todas las mañanas a las 8:00 pm cogía el metro, tenía suerte y siempre pillaba el mismo sitio, en la esquina. Desde allí se veía todo el vagón.
Justo en la cuarta parada, subían siempre una madre con su niña de apenas 4 años que curiosamente siempre llevaba una prenda roja, ya fuese abrigo, rebeca, vestido….. Yo la llamaba “La Bella Amapola”.

Se sentaban siempre en los asiento de enfrente. Siempre llevaba unas canicas en su bolsillo, que a veces  regalaba con una sonrisa a algún pasajero. Al principio me parecía gracioso y adorable, pero al ver lo que sucedía después empecé a intrigarme.
No había hablado nunca con ellas y creía que debía hacerlo más por mi salud mental, que me hacía ver cosas extrañas últimamente.
La situación me intrigaba, no siempre, sólo a veces, la niña se acercaba a algún pasajero con permiso de su madre y con su manita le ofrecía una canica negra, con una sonrisa la niña decía:
-Es mágica, te la regalo
Entonces la persona la cogía, con mirada triste y sin muchas ganas, cerraba la mano y la niña se volvía a su asiento con su madre. No paraba de mirar a la persona con una sonrisa y la persona la respondía .Al abrir la mano la canica ya no era negra, sino de colores brillantes. El rostro de la persona triste y amargada cambiaba radicalmente a sonrosado y ligeramente feliz.

A la  mañana siguiente cuando cogí el metro me senté en los asientos donde ellas se sentaban, para poder preguntarlas sobre el tema.
Era una tontería pero me sentía nerviosa, no podía parar de mover las piernas y mirar la hora.
Llegó la parada donde se subían…. ¡Hay madre que nervios!
Allí estaban las dos…. la niña miró el asiento donde me suelo sentar y frunció el ceño, pero al verme en los asientos donde ellas se sentaban, sonrió.

Saludé en voz baja:
-Buenos días Bella Amapola….
La niña me miró y se le iluminaron las mejillas. Entonces pregunté:
-¿Son mágicas tus canicas?
La niña miró a su madre que asintió, y respondió:
-Si
-¿qué magia tienen? Le pregunté
La madre me miró y con voz muy calmada y suave dijo:
-Absorben las almas perdidas que nos atormentan y las mandan al lugar donde deben estar.
Ahora fui yo quién frunció el ceño….
La niña me cogió de la mano y dijo:
-Mira a tu alrededor.
Ya habían subido varias personas pero, había más gente de lo normal.
La niña me indicó que mirara a una mujer rubia que estaba de pie mirando por la ventanilla. A su lado se encontraba un señor sin color, como una foto en blanco y negro…
La niña se levantó  agarrándome de la mano y fuimos hasta la mujer, con una sonrisa la niña abrió la mano y le ofreció la canica a la señora:
-es mágica, te la regalo
La mujer la cogió y el señor extraño, como en una película, se metió como humo negro en la canica. La mujer cerró la mano y nosotras nos fuimos a nuestros asientos .Abrió la mano para mirar la canica, había cambiado de color, sonrió y nos miró. Su rostro era otro, alegre y sonrosado.
La luz brillante de la canica entonces se desvaneció y se volvió roja.
La niña entonces dijo:
-¡ya está libre!
- Ya no hay vuelta atrás, ya eres portadora de las esferas.
La madre sacó un saquito de color rojo de terciopelo y me lo puso en la mano.

-Ahora te toca a ti liberar almas atormentadas.

4 comentarios:

  1. Es precioso el relato, se me han puesto los pelos de punta.

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    1. Muchas gracias.
      Estoy con una versión más extendida. Ya lo publicaré cuando la termine....o queréis que lo vaya subiendo?

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